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Los crímenes de odio aumentaron drásticamente en 2020

Hoy es más importante que nunca que quienes cometen crímenes de odio no tengan acceso a armas de fuego.

La semana pasada el FBI publicó los datos que muestran que los crímenes de odio continúan aumentando en todo el país.

En general, el número de crímenes de odio reportados creció 23% entre 2016 y 2020. Sabemos que existe un nexo entre la violencia desatada por el odio y las armas de fuego. Cuando las armas de fuego se usan en crímenes de odio, las víctimas tienen 2,4 posibilidades más de ser heridas gravemente. Es alarmante. Los datos de encuestas de victimización indican que hay aproximadamente 10.000 crímenes de odio con armas de fuego cada año. Los siguientes datos han sido calculados con base en los datos de crímenes de odio del FBI.

HALLAZGOS CLAVE DE LOS DATOS DE ODIO EN 2020

Los crímenes de odio que tienen como objetivo la raza, la etnicidad y/o los ancestros, fueron el tipo más común de crímenes de odio reportados en 2020, sumando el 65% de todos los crímenes de odio que se reportaron. Entre 2016 y 2020, estas categorías de crímenes se incrementaron casi el 42%. Los siguientes tipos de crímenes de odio más comunes en 2020 fueron los que se dirigían contra una religión (16%) y la orientación sexual (14%).

El incremento más grande en el número de crímenes de odio reportado fue el de los incidentes antiasiáticos. El número de incidentes reportados en esta categoría aumentaron 73% entre 2019 y 2020 solamente, y aumentaron 142% en relación con los cinco años anteriores. Desafortunadamente la pandemia ha avivado los incidentes problemáticos de odio antiasiático. Otras fuentes han notado de manera similar la alarmante tendencia al incremento de incidentes de odio antiasiático. Desde el comienzo de la pandemia, el grupo “Stop AAPI Hate” ha recolectado más de 9.000 incidentes de odio antiasiático. Adicionalmente, el Centro para el estudio del odio y el extremismo de la Universidad estatal de California, San Bernardino, encontró que, en una muestra en 16 grandes ciudades de Estados Unidos, los crímenes de odio dirigidos contra los asiáticos crecieron cerca del 150% en 2020. 

El segundo incremento más grande se dio en el número de crímenes de odio reportados contra los negros. Entre 2016 y 2020, este tipo de incidentes crecieron en un 58%. Durante el último año se incrementaron 43%. Según el análisis de datos de California por la AP, “la gente negra equivale al 6,5% de la población del estado de casi 40 millones de personas, pero fueron víctimas en el 30% de todos los crímenes de odio”.

Incidentes en los que múltiples prejuicios contribuyeron a ataques de odio se han incrementado sustancialmente en los últimos cinco años. Mientras que el número de incidentes se incrementó año tras año desde 2015 hasta 2018, entre 2018 y 2019 el número reportado de incidentes casi se triplicó. El número reportado de incidentes en 2019 y 2020 permaneció básicamente estable. 

Aunque estos nuevos datos son alarmantes, muchos expertos creen que el número reportado por el FBI no capta la dimensión completa de los crímenes de odio en Estados Unidos. De acuerdo con datos de la encuesta Nacional de victimización, desde 2004 hasta 2012 hubo aproximadamente 269.000 incidentes de crímenes de odio anualmente. Durante el mismo período, el FBI reportó solamente 8.770 incidentes anuales de odio en promedio.

Adicionalmente, sabemos que los crímenes de odio tienden a concentrarse en las áreas urbanas. Sin embargo, muchas de las ciudades más grandes de EE. UU. reportan tasas menores al promedio nacional, respectivamente. Por ejemplo, las tasas de crímenes de odio en Chicago y San Antonio fueron 97% y 79% más bajas que el promedio nacional, respectivamente.

A pesar de sus limitaciones, estos nuevos datos sirven como un crudo recordatorio de la prevalencia del odio en nuestras comunidades. Desafortunadamente, nuestras débiles leyes federales de armas de fuego hace mucho más fácil que un individuo lleno de odio tenga acceso a armas mortales.

Como reportamos en un documento reciente, las personas condenadas por delitos pequeños de violencia de odio siguen teniendo acceso y compran armas de fuego en la mayoría del país. Una cantidad de leyes estatales y federales han sido introducidas para cerrar la brecha de los crímenes de odio, incluyendo la ley federal Desarma el Odio (Disarm Hate Act). 

La ubicuidad del odio es innegable. Debemos hacer todo lo que podamos para prevenir estas tragedias en el futuro. Estamos haciendo un llamado a nuestros legisladores para que lideren con coraje y tomen los pasos necesarios para desarmar la violencia de odio.