Voces latinas en Florida: reflexiones, diálogos y el voto ante la violencia armada
Nuestra investigación revela que la violencia con armas de fuego es una de las principales preocupaciones para la creciente comunidad latina del estado de Florida.
La comunidad latina es un pilar integral de la cambiante demografía de Florida. Sin embargo, a pesar de que los datos demuestran el impacto devastador de la violencia armada en esta comunidad, se han hecho muy pocos estudios sobre cómo los latinos reflexionan, dialogan y votan cuando se trata de este grave problema.
La violencia armada es una crisis que los latinos de Florida ya no pueden seguir ignorando
Samantha Barrios—Sep 25, 2024
Por varios meses en 2024, GIFFORDS realizó un proyecto de investigación cualitativo con el objetivo de entender mejor las preocupaciones y las propuestas de la comunidad latina en cuanto a la violencia armada, su postura y políticas públicas, así como los contextos culturales que influyen en sus puntos de vista sobre este tema. Para comprender mejor, conversamos con un número diverso de latinos, incluyendo a personas de varias comunidades de la diáspora y de diferentes grupos generacionales.
En esencia, este proyecto se centra en las voces y perspectivas de los latinos en Florida, y busca presentar la diversidad y complejidad de las opiniones que los miembros de esta comunidad compartieron con nosotros. Nuestro deseo es que este proyecto sea una herramienta para organizaciones, candidatos políticos y cualquier persona comprometida con la comunidad latina de Florida. Al comprender mejor las perspectivas y preocupaciones de la comunidad, se podrán desarrollar acciones más eficaces sobre la seguridad con armas de fuego y la prevención de la violencia armada.
Los términos “hispanos” y “latinos” se usan indistintamente para describir a esta comunidad, aunque técnicamente tienen significados diferentes. “Latinos” se refiere a las personas de origen latinoamericano, mientras que “hispanos” se refiere a las personas de origen hispanohablante.1 A lo largo de este informe, hemos optado por utilizar principalmente el término “latinos”, excepto en aquellos casos donde la información demográfica o las fuentes consultadas emplean el término “hispanos”.
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El número de residentes latinos en Florida está creciendo rápidamente, y más importante aún, el número de votantes latinos también está creciendo de manera significativa. De hecho, Florida tiene la tercera población latina más grande de todos los Estados Unidos.2 Aproximadamente uno de cada diez latinos en Estados Unidos vive en Florida. Más de un cuarto de los habitantes de Florida son latinos.3 Este es el grupo étnico que está creciendo más rápido en Florida. De hecho, entre 2010 y 2022, la población total de Florida pasó de 18.8 a 22.2 millones, un incremento del 18%. Durante este mismo período, la población hispana y latina del estado pasó de 4.2 a 6 millones, un aumento del 43%.4
El aumento de la población latina en Florida también significa un aumento importante en el número de votantes latinos. Actualmente, los latinos representan casi una cuarta parte de las personas registradas para votar en el estado (22%).5 Se estima que más de dos millones de latinos en Florida votarán en las elecciones de 2024, lo que sería un aumento del 14% con respecto a las elecciones presidenciales de 2020.6
Más allá de su aumento demográfico, la comunidad latina en Florida se caracteriza por su diversidad, tanto en sus contextos culturales como en sus orientaciones políticas, en comparación con la población latina del resto del país. Por ejemplo, en 2022, los residentes latinos de ascendencia cubana representaban el grupo étnico hispano más grande en Florida (26%), seguido por puertorriqueños (21%), mexicanos (12%), colombianos (7%) y venezolanos (6%).7 Como comparación, los mexicano-americanos (59%) representaban el grupo étnico hispano más grande a nivel nacional, seguidos por los puertorriqueños (9%), salvadoreños (4%), cubanos (4%) y dominicanos (4%).8
La diversidad étnica de los latinos en Florida probablemente influye en la variedad de posturas políticas que vemos dentro de esta comunidad en el estado. A nivel nacional, los votantes latinos tienen una probabilidad tres veces mayor de identificarse como demócratas que como republicanos (54% contra un 16%).9 Sin embargo, en Florida, estos márgenes son distintos. Encuestas recientes muestran que el 31% de los votantes latinos se identifican como demócratas, el 31% como republicanos y el 38% como independientes.10 Estas proporciones difieren del porcentaje de todos los votantes registrados en Florida, donde el 32% están registrados como demócratas, el 39% como republicanos y el 26% no se identifican con ningún partido.11
La violencia armada tiene un impacto enorme en la seguridad de latinos en Florida e influye también su voto. En un año promedio, más de 400 latinos mueren por armas de fuego en Florida.12 Las proporciones de estas muertes por armas de fuego se asemejan: alrededor del 50% corresponde a suicidios, mientras el 46% a homicidios.13 Entre niños y adolescentes latinos en Florida, las armas de fuego representan la segunda causa principal de muerte, superando incluso las muertes por ahogamiento y cáncer.14
De modo alarmante, el número de muertes por armas de fuego entre los latinos en Florida va en aumento, incluso a un ritmo que supera el crecimiento demográfico de esta comunidad en el estado. Entre 2010 y 2022, la tasa general de muertes por armas de fuego de residentes latinos aumentó un 33%; la tasa de homicidios por armas de fuego aumentó un 40% durante el mismo período.15 Estos incrementos son más marcados que los que se observan en el estado en general (un aumento del 13% en la tasa general de muertes por armas de fuego y un aumento del 5% en la tasa de homicidios por armas de fuego) y entre los residentes blancos no hispanos (un aumento del 12% en la tasa general de muertes por armas de fuego y una disminución del 0.4% en la tasa de homicidios por armas de fuego).16
Como se observa en las tasas a nivel nacional, los latinos en Florida padecen la violencia con armas de fuego a tasas desproporcionadas comparados con las personas blancas no hispanas. En Florida, la tasa de homicidios con armas de fuego en la comunidad latina es un 30% mayor que la de los residentes blancos no hispanos. La diferencia es aún más marcada entre los jóvenes: los latinos de 18 a 24 años mueren por esta causa a una tasa 2,5 veces mayor a la de los jóvenes blancos no hispanos.17
Dado el creciente impacto de la violencia armada en esta comunidad, no sorprende que la seguridad con armas de fuego se haya convertido en un tema clave para los votantes latinos en Florida. De hecho, es más probable que la incluyan entre sus principales preocupaciones.18 La seguridad con armas de fuego es uno de los 10 temas más influyentes entre los votantes latinos de Florida a la hora de decidir por cuál candidato votar.19
Todos estos datos ofrecen una excelente oportunidad para comprender mejor la opinión de la población latina de Florida sobre la violencia armada y las políticas públicas relacionadas con las armas de fuego, así como la mejor manera de involucrar a esta comunidad en buscar soluciones para este grave problema.
Para este proyecto, GIFFORDS realizó 20 entrevistas de individuos de forma semiestructuradas a latinos de todo el estado de Florida. Los participantes fueron seleccionados mediante un muestreo intencional, garantizando que la muestra final fuera diversa en cuanto a género, edad, ocupación, ubicación geográfica, afiliación a un partido político y origen de la diáspora. Además, con el fin de captar las diferencias entre latinos nacidos en Estados Unidos y latinos nacidos en el extranjero, nos esforzamos por incluir el mismo número de participantes de ambos grupos. Dado que algunas de nuestras preguntas trataban sobre el comportamiento a la hora de votar, solo incluimos a participantes que fueran ciudadanos estadounidenses con derecho al voto. Para formar esta muestra diversa y seleccionar a los participantes, GIFFORDS se asoció con We Are Más, una firma de consultoría con sede en Florida que usa un enfoque culturalmente adecuado para incluir a latinos de diferentes diásporas en una variedad de temas así como asistir en la realización de entrevistas bilingües.
En cada entrevista usamos una guía estándar que incluía preguntas sobre las experiencias de los participantes con respecto a la violencia armada, sus actitudes hacia las armas de fuego y cómo sus contextos culturales influyen en sus puntos de vista sobre estos temas. Las entrevistas se hicieron entre el 19 de abril y el 1 de junio de 2024, con una duración promedio de entre 40 y 60 minutos. Cada entrevista se hizo a través de Zoom, y todas las sesiones se grabaron, transcribieron y codificaron cualitativamente para identificar temas comunes y divergentes. Al terminar la entrevista, cada participante recibió una tarjeta de regalo de $50 dólares.
Los participantes tuvieron la opción de responder a las entrevistas en inglés o en español, y todas incluyeron al menos un entrevistador bilingüe. Las entrevistas en español se tradujeron al inglés para su análisis. La muestra final incluyó 11 entrevistas en español y nueve en inglés.
Los participantes en nuestra muestra se dividieron casi equitativamente entre hombres (n=8) y mujeres (n=12). La edad promedio de los participantes fue de 45 años, aunque las edades varían entre los 21 y los 64 años. La mayoría (n=16) de los participantes tienen hijos.
Los participantes viven en distintas regiones geográficas de Florida, y los condados más poblados representan el mayor porcentaje de la muestra. Siete participantes viven en el condado de Broward, cinco en Miami-Dade, tres en Hillsborough, dos en Orange, uno en Duval, uno en Osceola y uno en Pinellas. Dentro de estos condados, están representadas tanto zonas urbanas como suburbanas.
La muestra incluye 11 participantes nacidos en el extranjero y nueve nacidos en Estados Unidos. Entre los participantes nacidos en el extranjero, hay una gran diversidad en el tiempo transcurrido desde que emigraron a los Estados Unidos. El promedio de residencia en Estados Unidos para estos participantes es de 26 años, aunque el tiempo varía entre tres y 57 años en la muestra.
Con respeto a la representación de la diáspora, cuatro participantes se identificaron como cubanos, tres como puertorriqueños, tres como colombianos y tres como venezolanos. Además, dos participantes se identificaron como parte de dos grupos de la diáspora (salvadoreño y uruguayo; guatemalteco y mexicano). El resto de los participantes se identificaron como mexicanos, nicaragüenses, ecuatorianos, dominicanos o argentinos.
Nuestra muestra también reflejó una notable diversidad en cuanto a la ocupación de los participantes. Entre ellos hay propietarios de negocios, profesores y un médico, hasta coordinadores comunitarios, un estudiante y un instructor de natación.
En cuanto a las afiliaciones políticas, nueve participantes se identificaron como demócratas, siete como independientes, dos como republicanos y una persona no se identificó con ninguna de estas afiliaciones.20 Cabe señalar que la definición de partido se basó únicamente en la autoidentificación de los participantes y no en lo que refleja su registro de votante.
Nuestra muestra también incluyó cierta representación de propietarios de armas y de personas que viven en hogares con armas de fuego. Tres de los participantes son propietarios de armas, y otros tres no son propietarios pero viven con alguien que sí lo es. Un participante manifestó durante la entrevista que había sido miembro de la NRA, aunque no se les preguntó sistemáticamente a todos los participantes sobre su afiliación a esta organización.
La muestra también incluyó al menos a dos miembros de la comunidad LGBTQ+, quienes se identificaron como tales durante las entrevistas, así como a un miembro de la comunidad sorda.
La violencia armada es una preocupación importante para los latinos en Florida
Para todos los participantes, la violencia con armas de fuego es una preocupación importante y algo que les preocupa con cierta regularidad. Una participante describió cómo se sentía “envuelta” por la violencia armada, mientras otra la describió como “prácticamente una enfermedad que está destruyendo y carcomiendo los cimientos de la sociedad estadounidense”.
Para muchos participantes, la preocupación por la violencia armada está directamente relacionada con la seguridad de sus hijos, especialmente en las escuelas. De hecho, 18 de los 20 participantes mencionaron la violencia en las escuelas como una de sus principales preocupaciones en relación con la violencia armada. Una participante, una profesora de Miami, describió su temor tanto por la seguridad de su hijo como por la de sus alumnos:
Otros padres describieron de forma similar cómo el hecho de convertirse en padres aumentó su preocupación por la violencia armada. Los participantes más jóvenes expresaron su preocupación por sus hermanos pequeños o por las personas que van a las escuelas de las que ellos se graduaron recientemente.
Además, varios participantes expresaron su preocupación y frustración por la sensación de que la violencia armada podría estallar en cualquier momento, debido al fácil y abundante acceso a las armas en Florida y en todo el país.
- “Aquí en la Florida, parece que es algo común sacar un arma durante cualquier conflicto”. —Hombre de 53 años, nacido en Venezuela
- “Cualquiera… por enojo, por coraje en el auto, puede sacar inmediatamente su arma y hacer Dios sabe qué”. —Mujer de 34 años, nacida en Nicaragua
- “Da miedo el poder que tienen [las armas de fuego], porque mucha gente puede, por cualquier cosa insignificante, sacar una pistola y dispararle a cualquiera”. —Mujer de 21 años, nacida en EE. UU. y de ascendencia cubana
- “Yo creo que [en] la Florida y[a] estamos llegando a un nivel tan feo como Texas, o los estados [en los] que la gente anda con rifles y armas en todos lados… ya vamos para eso”. —Mujer transgénero de 58 años, nacida en Colombia
Es importante señalar que muy pocos participantes relacionaron la violencia armada con problemas como la violencia doméstica o el suicidio con armas de fuego. Solamente dos participantes mencionaron de forma específica el uso de armas de fuego en la violencia doméstica, y solo uno habló directamente sobre el suicidio con armas de fuego. Varios participantes expresaron su preocupación por los tiroteos accidentales, que afectan principalmente a los niños.
Para muchos participantes, sus preocupaciones por la violencia armada estaban estrechamente vinculadas a lo que observaban en su comunidad o en las noticias. La mayoría de los participantes no se identificaron directamente como sobrevivientes; sin embargo, más de la mitad (n=12) describieron haber tenido una experiencia personal con la violencia armada o conocer a alguien en sus redes sociales más amplias que la ha padecido.
Entre este grupo, la cercanía a la violencia armada, el tipo de exposición a la violencia con armas de fuego y el lugar donde ocurrió dicha exposición variaron ampliamente. Por ejemplo, entre los que se identificaron como sobrevivientes directos, la muestra incluyó a un hombre que fue baleado en Venezuela antes de mudarse a Estados Unidos, una madre que perdió a su hijo en el tiroteo de la discoteca Pulse, en 2016, una mujer cuyo tío se suicidó con un arma de fuego, un expolicía cuyo hermano fue baleado durante un robo en Colombia, y un hombre cuyos padres fueron baleados en Puerto Rico. Otro participante describió su experiencia viviendo en El Salvador durante la guerra civil, y cómo fue testigo de las secuelas de los combates. Un participante relató cómo le apuntaron con una pistola durante un incidente en una riña de tránsito. Dos participantes mencionaron conocer a estudiantes de Marjory Stoneman Douglas, el colegio secundario donde ocurrió el tiroteo de Parkland, a través de sus redes sociales. Una mujer describió la violencia armada que sufrió un compañero de trabajo, mientras que una madre relató un incidente en el que un compañero de clase de su hijo de tercer grado se disparó accidentalmente y falleció. Además, una mujer describió un incidente en el que un vecino intentó dispararle a otra persona durante una discusión en su casa. Por último, un participante relató que, aunque no conocía directamente a ninguna víctima de violencia armada, su primo estaba encarcelado por haber disparado y asesinado a una persona.
Para muchos participantes, los temores y frustraciones sobre la violencia armada en Estados Unidos parecían estar especialmente vinculados al sentimiento de que esta violencia es aleatoria, indiscriminada y omnipresente en todo el país. Por ejemplo, una participante comentó que dejó Colombia durante una guerra civil, pero a veces siente que está “literalmente… más en riesgo aquí, porque… no hay espacios sagrados”.
En general, los participantes señalaron que la violencia fuera de Estados Unidos, en los países de donde ellos o sus familias emigraron, estaba ligada a la pobreza, la falta de oportunidades económicas y al tráfico de drogas. Sin embargo, la mayoría de los participantes coincidieron en que, en Estados Unidos, sentían que la violencia armada podía ocurrir en cualquier lugar. Una mujer comentó que, a diferencia de Colombia, en Estados Unidos “nadie va a venir a matarme por un teléfono móvil” ni a cometer actos violentos con armas de fuego para poder “sobrevivir”. Esta misma participante compartió más tarde cómo la impredictibilidad de la violencia armada en Estados Unidos la afectaba, diciendo que “simplemente [no] voy a conciertos… es impredecible porque es como, sí, ni siquiera en las iglesias, como si no estuvieras seguro en ningún lugar”.
La frustración por la violencia indiscriminada también se hizo evidente cuando los participantes hablaron de los tiroteos en las escuelas, los cuales describieron como un fenómeno exclusivo de los Estados Unidos.
- “Tú no oyes hablar de tiroteos en las escuelas en Nicaragua”. —Mujer de 34 años, nacida en Nicaragua
- “Aquí es sin motivo aparente. Con escuelas, en una iglesia. Yo, en los 59 años que tengo, nunca he escuchado en Puerto Rico que ha[ya] habido un tiroteo en una escuela”. —Mujer de 59 años, nacida en Puerto Rico
- “En un país de primer mundo, y que nosotros todos los días prendemos el televisor y hay una cantidad de gente que se muere. Que hay niños llegando a un colegio y matando por el simple hecho de matar”. —Hombre de 57 años, nacido en Venezuela
Algunos participantes atribuyeron directamente la prevalencia de la violencia indiscriminada al acceso casi sin restricciones a las armas de fuego en Estados Unidos. Por ejemplo, un hombre dijo que en su natal Argentina “no hay armas semiautomáticas”. Por eso [es] que no hay matanzas de tanta gente”. Una mujer de Nicaragua señaló de forma similar que “la violencia armada allí [en Nicaragua] está más ligada a tu visión política. Y aquí, la violencia armada que se ve aquí es más del tipo… cualquiera puede tener un arma”.
Por último, varios participantes comentaron que, aunque la violencia en los lugares de donde provienen ellos o sus familias era grave, sentían decepción y tristeza por la falta de seguridad en Florida. Una persona comentó que su familia “prefiere [vivir aquí] que regresar a República Dominicana, pero también son muy cautelosos y ansiosos viviendo aquí”. Otro participante, que dejó Puerto Rico tras haber experimentado la violencia armada allá, lamentó que “estar en los Estados Unidos continentales, pues para nosotros era como ese pensamiento de que iba a estar un poco más seguro, ¿no?”.
Los latinos de Florida tienen opiniones diversas sobre la posesión de armas de fuego
La mayoría de los participantes de nuestra muestra no eran propietarios de armas ni vivían en hogares con armas. Además, la posesión de armas tenía diferentes niveles de importancia para cada participante. En general, los participantes cuyas familias llevaban más tiempo en Estados Unidos eran más propensos a expresar opiniones profundas acerca de la posesión y de considerar el acceso a las armas como un derecho fundamental. Una mujer, nacida en Estados Unidos pero de familia cubana, dejó en claro que estaba “a favor de las armas y de la posesión de armas de fuego”. Expresó que el derecho a poseer armas era importante para ella, diciendo: “es la sensación de… de tener la capacidad de elegir el tener un arma, ¿no? No es necesariamente que tengo que tenerla. Es la capacidad de poder tenerla si quisiera”.
Es menos probable que los inmigrantes más recientes consideren la posesión de armas de fuego específicamente como un “derecho” y es más probable que tengan una interpretación más restringida de la Segunda Enmienda de la constitución estadounidense. Un participante, por ejemplo, señaló que cuando se redactó la Segunda Enmienda “los carros funcionaban con carbón, después aparecieron los carros operando con gasolina [y] hoy día los carros son eléctricos”, por lo que las necesidades de autodefensa pueden haber cambiado. Otro inmigrante de primera generación señaló que, aunque estaba de acuerdo con la Segunda Enmienda, siente que “se ha ido más allá de lo que debería ser realmente”.
Estas diferencias de actitud entre los inmigrantes de primera generación y los de segunda y tercera generación pueden explicarse por el hecho de que la Segunda Enmienda es un derecho exclusivamente estadounidense que no existe en otros países. Un participante señaló que “aquí hay una cultura donde tenemos la [S]egunda [E]nmienda y se considera que las armas son un derecho[.] Y en México eso no pasa”. Este participante comentó además que las actitudes hacia las armas de fuego son diferentes en Estados Unidos porque en México “tú creces sabiendo que las armas son un método para matar. No se ven como un medio de defensa. Se ven como un instrumento de matar, de agredir”.
Varios participantes señalaron que el marcado contraste entre la fuerte cultura de las armas en los Estados Unidos y la ausencia de esta cultura en los países de donde provienen puede influir en la motivación para la posesión de armas en otras personas de sus comunidades. Un participante dijo que “llegamos a una cultura donde las armas son parte de la cultura. Entonces, si [la posesión de armas] es una forma de integrarnos a la cultura y pertenecer y sentir que pertenecemos y demostrarle a los demás que pertenecemos, yo creo que ese puede ser un factor”. Otro participante señaló que los latinos estaban “huyendo de todo eso en nuestros países donde no tenemos armas de fuego. Y ahora nos están vendiendo la idea de que podemos tenerlas y podemos protegernos a nosotros mismos”.
Es importante destacar que, en contraste con las actitudes hacia los derechos de las armas de fuego, para muchos participantes las actitudes hacia la posesión personal de armas de fuego, ya sea tenerlas o no, estaban relacionadas con los valores familiares y la protección de la familia. Un participante expresó sus opiniones contradictorias sobre cómo las armas pueden proteger y poner en peligro a sus hermanos menores: “Personalmente, he estado debatiendo si debería [tener un arma], no solo para proteger a mi familia en general, sino también siendo consciente de las implicaciones de lo que significa tener un arma en casa… Si meto un arma a la casa, ¿existe la posibilidad de que alguno de [mis hermanos], si alguna vez llega a un momento crítico en su vida, use esa arma para suicidarse? … Estoy constantemente entre dos mundos: quiero un arma para poder proteger a mi familia por si alguna vez pasara algo, pero también sé que tengo dos adolescentes, adolescentes fácilmente influenciables en casa”.
Además de la protección familiar, muchos participantes también hablaron de las armas como algo que la gente utiliza para protegerse, especialmente ante el aumento de la violencia motivada por el odio y un público cada vez más armado.
- “¿Si todo el mundo tiene un arma, yo cómo me defiendo con un bate de béisbol?”. —Mujer transgénero de 58 años, nacida en Colombia
- “Estoy portando [un arma de fuego] otra vez en mi vehículo en caso de algo. O sea, sí me ha cambiado el comportamiento, obviamente con eso porque ahora ya tienes más situación de mirar con más precaución a la gente que te mira y sabiendo que eres un objetivo.[por] ser una persona tran[s] un poquito pública”. —Mujer transgénero de 58 años, nacida en Colombia
- “No es fácil salir a la calle sabiendo que si tú llegas a decir en el lugar equivocado cuatro palabras en español, te pueden [atacar] entrar a palo”. —Hombre de 57 años, nacido en Venezuela
Aunque los participantes expresaron distintos niveles de interés y entusiasmo por poseer armas de fuego y ejercer sus derechos, casi todos coincidieron en considerar las armas como una amenaza para nuestra democracia. Esto sugiere que esta comunidad percibe que los derechos sobre las armas de fuego deben ser subordinados a otros derechos concedidos en Estados Unidos.
- “Debilita la democracia. No da lugar al diálogo y a escuchar a los demás y que cada quien diga su opinión”. —Mujer de 46 años, nacida en México
- “Bueno, los comentarios incendiarios por parte del expresidente Trump y la cantidad de seguidores que tienen, el QAnon, el Proud Boys y todo lo que pasó después del Capitolio. Me parece que es que cualquiera saca un arma y sale a defender al que le pida”. —Hombre de 54 años, nacido en Argentina
- “Amenazaría nuestra democracia, porque creo que cuando alguien posee un arma, siente que tiene algún tipo de autoridad o poder para decidir sobre alguien que no tiene armas. Creo que eso acaba completamente con el sentido de la democracia que tenemos, en la que todo el mundo tiene el mismo derecho a opinar. El que alguien tenga un arma y le dé esa sensación de autoridad y poder, me parece que perjudica lo que debería ser la democracia”. —Hombre de 23 años, nacido en EE. UU. y de ascendencia mexicana y guatemalteca
Los participantes creen que se podría, y se debería, hacer más para prevenir la violencia armada
Junto con su preocupación por la violencia armada, los participantes expresaron un enojo, frustración, desconfianza y tristeza por el hecho de que no se estuviera haciendo más para combatir la violencia armada en su estado, comunidad y en el país. Muchos participantes expresaron que cuando oían hablar de la violencia armada, ya fuera entre sus contactos o en los medios de comunicación, las conversaciones rara vez se orientaban hacia las soluciones. Como dijo un participante: “Solamente si se escuchan cosas que dicen qu[é]triste, le dispararon y pasan circunstancias, pero no en la prevención”.
A pesar de la falta de debate sobre soluciones, los participantes no expresaron fatalismo sobre la violencia con armas de fuego ni describieron la violencia armada como un problema intratable o sin solución. De hecho, todos los participantes propusieron diversas políticas e ideas para reducir la violencia armada, con un acuerdo abrumador en que las leyes de seguridad sobre armas de fuego, en particular, ayudarían a mantener las comunidades más seguras ante la violencia armada.
Los participantes expresaron en gran medida el deseo de implementar leyes de seguridad sobre armas de fuego que incluyan políticas públicas que requieran más capacitación y educación para los propietarios, así como medidas para dificultar el acceso a las armas de fuego a personas en crisis o con mayor riesgo de violencia.
- “No es quitar las armas, vamos a educarte a saber cómo debes tener un arma”. —Hombre de 57 años, nacido en Venezuela
- “En Venezuela, que yo recuerde, tener un arma era extremadamente difícil. Tenías que ser parte de una organización que, ya sabes, tenías que tener una licencia contigo en todo momento”. —Hombre de 53 años, nacido en Venezuela
- “[Me gustaría ver] un enfoque creativo que siga permitiendo que la gente tenga armas de forma segura, pero que mantenga obviamente, ya sabes, las armas de fuego [alejadas de] las personas que no tienen la capacidad mental o el entrenamiento o que no han pasado por ningún tipo de control para poseerlas”. —Mujer de 43 años, nacida en EE. UU. y de ascendencia cubana
Aunque nuestra encuesta no preguntó específicamente por qué creían que estas soluciones aún no se habían implementado, varios participantes compartieron sus ideas sobre lo que se necesitaría para llevarlas a cabo. Es importante destacar que más de un tercio de los participantes (n=7) mencionaron de forma independiente la influencia de la NRA como un obstáculo para el progreso de la seguridad de las armas de fuego.
Un exmiembro de la NRA y actual propietario de armas de fuego denunció que “cada vez que alguien trata de educar [sobre la seguridad de las armas de fuego] inmediatamente sale [la] NRA”. Otro participante opinó que “el poder de los grupos de presión de la NRA va más allá de cualquier cosa” y lamentó que organizaciones como la NRA “hacen aportaciones a los diferentes partidos, a los diferentes políticos, y entonces ellos no se atreven, según lo que interpreto] yo acá, a irse en contra de ellas, [para] que sean más fuertes porque tienen ya unos compromisos. El compromiso con una organización, para mí, no puede estar por encima de la vida de las personas”. Estas críticas a la NRA las expresaron tanto participantes nacidos en Estados Unidos como en el extranjero y participantes que se identificaron tanto como demócratas, independientes y republicanos.
Para los latinos de Florida, la violencia armada es un tema importante a la hora de votar
Casi todos los participantes compartieron que las opiniones de un candidato sobre la violencia armada y la política de armas de fuego serían importantes para ellos a la hora de decidir su voto.
- “Definitivamente es lo primero en mi lista. Creo que tengo que ver cuál es su postura en términos de seguridad y armas de fuego y todo eso en general. Es una parte muy importante a la hora de elegir por quién votar”. —Mujer de 22 años, nacida en EE. UU. y de ascendencia dominicana
- “Es importante porque, porque es algo serio y es la vida y [nos] está costando mucho y puede ser peor. No, no he visto ningún cambio todavía, entonces sí, sí”. —Mujer transgénero de 58 años, nacida en Colombia
- “Cuando yo veo a una persona que está tratando de regular, está tratando de que las cosas cambien, está tratando de eliminar violencia, yo estoy a favor de eso”. —Hombre de 57 años, nacido en Venezuela
Sin embargo, solo unos pocos participantes pudieron citar un caso específico en el que la postura de un candidato sobre la violencia armada les hiciera decidirse por un candidato en vez de otro. Un participante mencionó que la postura a favor de las armas del gobernador de Florida, Ron DeSantis, fue “definitivamente un factor importante para decidir no votar por él en las elecciones anteriores”, afirmando que no se “sentía cómodo con un político” que apoyaba leyes de armas más permisivas.
La desconexión entre las declaraciones de los participantes sobre la importancia de la postura de un candidato respecto a la seguridad de las armas de fuego y su voto real puede atribuirse a la creencia de muchos de ellos de que los políticos no hicieron de la prevención de la violencia con armas de fuego una cuestión central en sus campañas, ni proporcionaron información clara sobre sus planes para reducirla. Los participantes también señalaron que la violencia armada a veces se ve eclipsada por la cantidad de temas importantes para los votantes.
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The gun safety movement is on the march: Americans from different background are united in standing up for safer schools and communities. Join us to make your voice heard and power our next wave of victories.
GET INVOLVEDLos latinos en Florida desean más información y un mayor diálogo sobre la prevención de la violencia armada
Aunque los participantes mostraron una gran preocupación por la violencia armada y tenían opiniones sobre la política de armas de fuego, muchos también expresaron que no sabían lo suficiente sobre el tema. En particular, los participantes a menudo no tenían una idea clara de cómo la violencia armada en Florida y en las comunidades latinas se comparaba con la violencia armada en otras comunidades. Del mismo modo, muchos participantes expresaron cierta confusión sobre cómo funcionarían específicamente las políticas. Por ejemplo, aunque los participantes expresaron su apoyo a las políticas públicas que asegurarían que las armas no caigan en manos de personas inadecuadas, algunos se preguntaron cómo un sistema universal de verificación de antecedentes alcanzaría este objetivo, cuestionando qué aspectos específicos se verificarían.
Para agravar la falta de conocimiento, había una sensación casi universal de que la información no era de fácil acceso, especialmente porque no se proporcionaba en español ni estaba adaptada para la comunidad latina. Por ejemplo, una participante mencionó que había una organización sin fines de lucro que proporcionaba información sobre inmigración que era relativamente accesible, pero que sus materiales rara vez abordan otros temas que afectan a latinos. Comentó que aunque la organización si habla “un poquito [de la comunidad] LGBTQ+, pero la mayoría [se enfocan] [en] las leyes de migración”, y que no recuerda “haber leído nada acerca de armas con ellos”.
Es importante destacar que una área en la que hubo un amplio conocimiento general, entre el 70% de los participantes (n=14), fue sobre la reciente aprobación en Florida de una ley que permite la portación de armas sin permiso. Esta ley autoriza portar armas ocultas y cargadas en público sin necesidad de una verificación de antecedentes ni de entrenamiento previo. Todos los participantes expresaron fuertes opiniones contrarias a esta política, creyendo que esta ley suponía una amenaza para su seguridad personal, la seguridad de sus familias y la seguridad de toda la comunidad. En particular, los participantes expresaron su preocupación que el aumento de la portación de armas en público pudiera promover más agresiones e intimidación y, a su vez, más violencia. Su conocimiento de esta ley evidencia que los latinos en Florida están interesados en buscar y consumir información sobre las leyes de armas de fuego y la violencia armada en su estado.
Aunque los participantes expresaron su deseo de saber más sobre la seguridad de las armas de fuego por parte de los candidatos políticos y los funcionarios electos, también sentían que era necesario fomentar más debate y concienciación sobre estos temas dentro de sus propias redes sociales y comunidades. Varios participantes hablaron de cómo habían iniciado conversaciones sobre la seguridad de las armas de fuego, especialmente en relación a la seguridad de los niños. Una madre contó que siempre compartía [ con sus hijos/los padres de los otros niños] que en su hogar no había armas de fuego, junto con información sobre la seguridad en la piscina, cuando invitaba a otros niños a jugar. Señaló que lo hacía no sólo para promover la seguridad de las armas de fuego, sino también para normalizar un tema que resulta polémico: “Es un tema difícil del que nadie quiere hablar. Y luego, si sacas el tema, no sabes si vas a ofender a alguien, así que intento normalizarlo de esa manera”. Otro padre comentó de manera similar cómo inició conversaciones sobre la seguridad de las armas con otros padres que expresaron su preocupación por la violencia armada en las escuelas.
Reconocer la diversidad entre los latinos en cuanto a las opiniones sobre la violencia armada
Este proyecto reveló que hay una serie de asuntos relacionados con la violencia armada que probablemente tienen gran resonancia entre la comunidad latina, en particular: la preocupación por la violencia con armas de fuego, el deseo de tener escuelas más seguras y más protección para los niños, así como la necesidad de un enfoque más orientado a la prevención de este tipo de violencia.
Sin embargo, también hubo muchos temas en los que los participantes expresaron puntos de vista divergentes o convergentes, como la importancia de la posesión de armas como un derecho. Estos resultados afirman que la comunidad latina, incluida la del estado de Florida, no es monolítica. Nuestros resultados mostraron diferencias entre los latinos nacidos en el extranjero y los nacidos en Estados Unidos, así como entre los provenientes de distintas diásporas, participantes de diferentes edades y otras características demográficas. Las personas que trabajan con la comunidad latina en la prevención de la violencia armada deben considerar los diversos puntos de vista de sus miembros.
El uso de la violencia armada como un tema para movilizar a los votantes latinos
Nuestra investigación dejó claro que, para estos participantes, la violencia armada es una preocupación importante y un tema que muchos sienten que impacta su vida diaria. Los participantes expresaron cómo su preocupación por la violencia armada les provoca ansiedad al realizar ciertas actividades o les lleva a evitar otras por completo. Los participantes que han vivido experiencias personales directas con la violencia armada comentaron cómo esos eventos continúan afectando sus vidas, incluso años después. Y, más importante aún, los participantes expresaron su interés en aprender más y escuchar más sobre la violencia armada y cómo prevenirla.
Sin embargo, casi todos los participantes consideraron que no tienen acceso a suficiente información sobre cómo afecta la violencia armada a su comunidad, qué se puede hacer para prevenirla y cuál es la posición de los distintos candidatos políticos respecto a la seguridad con armas de fuego. Ningún participante cree que hay suficiente información disponible en español. Estos resultados dejan claro que las organizaciones y los candidatos políticos en Florida deberían incluir la violencia armada como un componente más relevante en su acercamiento con la comunidad latina. En particular, deberían enfocar este tema en los valores familiares y la seguridad de la familia, que fueron aspectos particularmente importantes para los participantes.
Invertir en más investigación
Aunque este proyecto ofrece información valiosa sobre la diversidad de perspectivas entre los residentes latinos de Florida en relación con las armas de fuego y la violencia armada, es necesario un estudio más amplio para comprender mejor estos puntos de vista y las características demográficas y culturales que los conforman. En particular, las investigaciones futuras deberían centrarse en identificar los mensajes más persuasivos sobre la importancia de las políticas de seguridad con armas de fuego y las prácticas de seguridad y protección para las distintas diásporas y generaciones de inmigrantes. Para concluir, debido a las diferencias entre la comunidad latina de Florida y las de otros estados, es necesario analizar cómo la educación y la comunicación pública pueden adaptarse a cada región.
Este proyecto evidencia las diversas y distintas perspectivas que los latinos de Florida tienen sobre la violencia armada, pero también revela una verdad compartida: todos creemos que sí es posible hacer de Estados Unidos un país más seguro. Pero no podemos lograr este futuro sin acciones, sin líderes políticos dispuestos a defender a sus electores, sin votantes que exijan rendición de cuentas en las urnas y sin comunidades dispuestas a dialogar sobre las armas de fuego, su seguridad y su protección.
Nuestro proyecto descubrió que, en general, los latinos en Florida quieren ser parte de esta acción. Ahora, depende de las organizaciones, los candidatos y los activistas lograr una verdadera participación de estas comunidades. Este compromiso debe ser genuino. Es fundamental reconocer que la comunidad latina no es monolítica, y que sus miembros tienen puntos de vista diversos e incluso contradictorios. Debemos ofrecer recursos tangibles, viables y accesibles, especialmente en español, para que esta comunidad se informe sobre la violencia armada y sus soluciones. Y debemos darnos cuenta de que aún queda mucho trabajo por hacer si queremos comprender los matices de las opiniones de los votantes latinos, así como alcanzar y movilizar de manera eficaz a esta comunidad.
A través de una auténtica colaboración con estas comunidades, podemos vivir en unos Estados Unidos libres de violencia armada. En palabras de uno de los participantes: “Pero uno se mueve acá por estas libertades… por lo menos tienes oportunidad[.] Por lo menos hay oportunidad de cambio, o sea, que puede existir el cambio. Eso es [lo] importante”.
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Recursos EN ESPAÑOL
GIFFORDS EN ESPAÑOL
La seguridad con armas de fuego es un asunto Latino. Los hispanos y latinoamericanos son impactados de manera desproporcionada. Giffords está comprometida a apoyar y defender las políticas, candidatos politicos y leyes que acabarán con esta crisis.
APRENDE MÁSTOMA ACCIÓN
Estudiantes, veteranos, sobrevivientes: Estadounidenses de todos ámbitos sociales del país Están levantándose para exigir reformas de leyes de armas de fuego de sentido común. Si estás cansado de los políticos que se ocupan más de proteger las ganancias de la industria de armas de fuego que de tu seguridad, únete a nosotros en esta lucha.
Únete- Antonio Campos, “What’s the Difference Between Hispanic, Latino and Latinx?,” University of California, October 6, 2021, https://www.universityofcalifornia.edu/news/choosing-the-right-word-hispanic-latino-and-latinx.[↩]
- US Census Bureau, “Explore Census Data,” last accessed August 28, 2024, https://data.census.gov.[↩]
- Id.[↩]
- Id.[↩]
- “2024 Florida Media Predict,” Televisa Univision, August 2024, available for download at https://hispanicvote.univision.com/states/florida.[↩]
- “2024 Florida Primary Election Profile,” NALEO Educational Fund, last accessed August 28, 2024, https://naleo.org/COMMS/PRA/2024/Florida_Primary_Profile_FINAL.pdf.[↩]
- US Census Bureau, “Explore Census Data,” last accessed August 28, 2024, https://data.census.gov.[↩]
- Id.[↩]
- “2024 National Hispanic Voter Profile,” Televisa Univision, August 2024, available for download at https://hispanicvote.univision.com/datahub.[↩]
- “2024 Florida Media Predict,” Televisa Univision, August 2024, available for download at https://hispanicvote.univision.com/states/florida.[↩]
- “Voter Registration — By Party Affiliation,” Florida Division of Election, last updated August 14, 2024, https://dos.fl.gov/elections/data-statistics/voter-registration-statistics/voter-registration-reports/voter-registration-by-party-affiliation.[↩]
- Centers for Disease Control and Prevention, Wide-ranging Online Data for Epidemiologic Research (WONDER), “Underlying Cause of Death, 2018-2022, Single Race,” last accessed August 15, 2024, https://wonder.cdc.gov.[↩]
- Id.[↩]
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- “2024 Florida Media Predict,” Televisa Univision, August 2024, available for download at https://hispanicvote.univision.com/states/florida.[↩]
- Id.[↩]
- Un participante se negó a responder a esta pregunta.[↩]